Capuchinos caseros para tesistas y freelanceros (o una reseña del Aerolatte)

Aerolatte
Hace un mes decidí que gastaba demasiado dinero en cafés. No lo considero un gasto innecesario, hasta lo incluyo en mis intentos de presupuesto mensual que hago cada mil meses. Sin embargo, hace poco le tiré café a mi teclado, descompuse mi computadora y el gasto extraordinario de repararla me convenció de que debía ahorrar dinero. Estaba indispuesta a abandonar el café, así que decidí aprender a hacer capuchinos en casa. Primero, me di a la tarea de buscar un espumador de leche económico. Amazon tiene muchísimas opciones, pero me fui por la mejor reseñada: el Aerolatte

Cafetera italiana
A diferencia de los espumadores profesionales que usan vapor, el Aerolatte es una pequeña vara de metal con motor que agita la leche a gran velocidad hasta formar espuma. No hace capuchinos de gran nivel, pero por el precio, el tamaño y la practicidad es muy buena. Tomo mi café con leche de soya por dos motivos: soy intolerante a la lactosa y cuando era vegana me acostumbré a tomarlo así. El Aerolatte hace un buen trabajo espumando la leche de soya. También lo he utilizado con leche deslactosada y funciona bien. Lo mejor es no calentar tanto la leche y combinarla con café de cafetera italiana, porque el de prensa francesa no es lo suficientemente concentrado y aguada mucho el capuchino.

Ahora la pregunta importante: ¿hacer capuchinos en casa con un Aerolatte es buena opción para tesistas o trabajadores freelanceros? Depende de la persona. Yo me distraigo mucho en casa. Ahorita, por ejemplo, debería estar redactando un texto larguísimo sobre las relaciones entre México y Estados Unidos en la dictadura huertista, pero en lugar de eso estoy escribiendo una reseña innecesaria sobre una vara espumadora y su utilidad para los tesistas y freelanceros que necesitan beber café mientras trabajan. Encima de todo, ni siquiera me he tomado el primer café del día, porque hasta para eso procrastino. En ese sentido, considero que para gente como yo es una mejor opción salir a cafés donde la mirada escrutinadora de los desconocidos ejerce presión sobre mí y me hace trabajar. Por otro lado, necesito ahorrar, así que en un rato pondré mi playlist de música de concentración para poder terminar el trabajo que tengo pendiente. Además, ir a cafés no es opción hoy. Es San Valentín y quiero evitar toda la cursilería, no porque me caiga gorda sino porque me estresa.

En conclusión, el Aerolatte es muy buena opción para los tesistas y freelanceros que trabajan desde casa y quieren ahorrar en capuchinos. También es muy útil para cuando uno es introvertido y no quiere salir a la calle a interactuar con otros seres humanos. La ventaja de que lo vendan en Amazon es que ni siquiera hay que interactuar con gente para comprarlo. WIN-WIN. Finalmente, una foto de un capuchino que hice en una taza que le robé tomé prestada a mi hermana:


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