Café Moronas
Sólo hemos ido a cuatro cafés así que decir que el café Moronas es el mejor café de la zona surponiente de la ciudad de México probablemente es un juicio apresurado y parcial; sin embargo, estamos fascinados con él. Escondido en el laberinto de negocios de la colonia Nápoles, en la “cedemequis” (CDMX), el café Moronas es un excelente lugar para trabajar, leer, romancear o, siemplemente, tomar un café.

El lugar es amplio, tiene buena decoración y hay mesas para todo tipo de gente y ocasión: Mesas en la calle para claustrofóbicos y adictos al cigarro; mesas al interior para tomar café, leer o ir a charlar con alguien; taburetes (donde hicimos la tesis) y hasta una especie de sótano equipado como una sala de juntas que bien puede ser un lugar ideal para claustrofílicos.
Solo hemos visitado el Café Moronas una vez, pero creemos que el ambiente, la mayoría de las veces, debe ser tranquilo y apto para trabajar. Es mera suposición. Tuvimos la (mala) suerte de coincidir con un grupo de señoras que llevaban a sus niños pequeños (sí, ésas que se columpiaban). El problema no fueron los niños, sino la forma en que las señoras los controlaban (no lo hacían). Uno de ellos estaba viendo, en algún dispositivo electrónico, dibujos animados de Mickey Mouse y sus amigos a un volumen francamente ensordecedor. Otro estaba arrojando los cojines de los gabinetes al suelo. Alguno lloró, o quizá eso es invención para darle un giro dramático a la reseña, no lo sé. Entonces, mientras Óscar escribía sobre el la caída del Imperio Mameluco y Violeta leía sobre la educación sexual en México, el Pato Donald gritaba alguna queja incomprensible sobre la temperatura de un lago o algo así. Pero no nos quejamos, estábamos tan cómodos que el detalle de los niños latosos no fue un inconveniente.
El menú es bastante amplio. Hay tantas opciones que elegir algo que para la gente indecisa debe ser abrumador. No es barato, pero tampoco es caro, es justo. Pedimos una malteada de café y un latte, ambos de muy buen tamaño. El servicio es rápido y el sabor, por lo menos de las bebidas, es bueno. Además, en el menú se pueden encontrar botanas, ensaladas, emparedados, crepas y postres.
El café Moronas está en Georgia 123-B, en la Colonia Nápoles, muy cerca de la calle Pennsylvania y del parque Alfonso Esparza Oteo.
Comentarios
Publicar un comentario