Paja pseudo-profunda (o nuestra fascinación por lo absurdo y vacuo)

Facebook es un laboratorio de paja pseudo-profunda. También lo es de paja, a secas. El 99% de las publicaciones son paja, y la salpicada va dirigida también a las citas textuales de la primera página de Rayuela, de la página 43 de alguna edición de bolsillo del Manifiesto del Partido Comunista de Marx y Engels o de algún aforismo simpático y misántropo de Así Habló Zaratustra de Friedrich Nietzsche que todo buen intelectual de segundo semestre de la licenciatura en lo que sea ha publicado en su muro de Facebook. También son paja las fotos dramáticas que buscan concientizar a la gente sobre temas que probablemente ni siquiera están relacionados con la intención original de la imagen compartida, como la foto de un accidente automovilístico que mis contactos motociclistas han estado compartiendo últimamente para victimizarse ante las nuevas medidas del reglamento de tránsito del Distrito Federal (accidente trágico que en realidad ocurrió en Bogotá, Colombia, y que difícilmente puede considerarse consecuencia del nuevo reglamento de tránsito).
Paja, de acuerdo con el diccionario de la Real Academia Española, además de significar caña de trigo y masturbación (en algunos países hispanoparlantes), significa tontería, fanfarronería y mentiras. Fue la palabra más cercana que encontré al momento de buscar en la lengua española una traducción apropiada de la palabra anglosajona bullshit, cuya traducción literal tendría que ser caca de toro. Me dieron ganas de escribir sobre paja porque, en la era de las redes sociales, no existe un solo momento del día en que estemos libres de ella. La paja no toma vacaciones. La paja existe siempre, está absoluta y completamente presente en cada rincón de la internet. No hay modo de huir de ella. Diría que la paja es como la charlatanería, pero en esta última existe la intención de crear un engaño. En cambio, la paja a veces es una mentira no intencional (una verdad en los ojos de quien la fomenta, promueve, comparte, publica, escribe, observa, etcétera); es información presentada como verdadera pero que en realidad ni siquiera es información. Es algo vacío, absurdo.

Hace poco comenzó a circular en internet la paja científica de que la gente que comparte frases profundas en Facebook suele ser más tonta (o menos inteligente), haciendo que todos los Grinch de Facebook se emocionaran, compartieran la noticia y afirmaran ser más inteligentes que sus camaradas compartidores de frases profundas (sin investigar la fuente de la noticia y sin leer el paper científico que arrojó esos resultados; supongo que les dio flojera). La noticia me pareció absurda, pretenciosa, poco interesante y no le presté gran atención, hasta que me encontré directamente con el estudio al que hacía referencia la nota que todos compartieron en Facebook. Resulta que no dice que los que comparten frases son más o menos inteligentes, sino que la asimilación de la paja pseudo-profunda es un fenómeno mucho más complejo.
La paja pseudo-profunda, de acuerdo con el estudio, busca impresionar y seducir, no informar e instruir. El ser humano es un propagador de chismes por naturaleza (no lo digo yo, sino los antropólogos estudiosos de las naturalezas humanas) y utiliza las redes sociales con la finalidad de impresionar y seducir, son pocos en realidad quienes publican algo –lo que sea– con alguna otra intención. Por ejemplo, todos los que compartieron la imagen del niño sirio muerto en una playa, ¿realmente estaban compartiendo información sobre los problemas en Siria? ¿no estaban más bien tratando de demostrarle al mundo lo pseudo-informados y conscientes que son? (Espero no herir los sentimientos de nadie, sé que no lo hacen con mala intención y, repito, la paja no es una mentira intencional.) Me incluyo: no publico todo lo que me da risa en Facebook porque me gusta dar la impresión de que soy la persona más seria del planeta. Eso es suficiente para probarme a mí misma que tengo la intención de impresionar y seducir al mundo a través de mis redes sociales (si me siguen en Twitter verán como lo último que publiqué, además de un tuit promocional de esta publicación, es una fotografía en blanco y negro en la que pretendo verme interesante, aunque en realidad está ahí más que nada para enmascarar el hecho de que soy una persona muy aburrida *bostezo seductor*).
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"Ji-ji", dijo Sokal después de enviar el artículo a la revista Social Text |
La idea del estudio me recordó un poco al experimento aplicado por Alan Sokal a la posmoderna revista Social Text: los científicos posmo se creen la paja pseudo-profunda si está presentada de forma bonita, interesante, posmoderna, complicada y rebuscada. Lo que Sokal hizo fue enviar a dictaminación un artículo charlatán en el que explicaba nada a través de un lenguaje sofisticado que lo hacía parecer interesante y profundo. El artículo fue publicado y el resultado fue que Sokal pudo demostrar la idea de que los autores posmodernos suelen publicar basura presentándola con toda la autoridad académica del mundo (misma que dicen cuestionar) sólo porque suena bonita y complicada. El experimento de Sokal puede cuestionarse, porque bien podríamos argumentar que no todo el posmodernismo es paja pseudo-profunda; sin embargo, es una de tantas pruebas de lo fácil que es timar a la gente (con o sin la intención de hacerlo). La diferencia primordial con el estudio realizado por académicos de la Universidad de Waterloo (Gordon Pennycook, James Allan Cheyne, Nathaniel Barr, Derek J. Koehler, Jonathan A. Fugelsang) es que estos últimos realizaron los experimentos sobre la paja pseudo-profunda con personas comunes y corrientes: algunos eran estudiantes, otros no pertenecían al mundo académico.
Algunas personas están más predispuestas a aceptar cosas como ciertas o significativas desde la primera impresión porque los humanos deben de creer en algo antes de comprenderlo (según una postura que sigue a Spinoza). Esto significa que si tenemos la mente abierta y le damos el beneficio de la duda a la información (o no-información) que se nos presenta, es posible que la creamos como cierta; no todos los individuos harán que ese beneficio de la duda se convierta en verdadera duda, principalmente por el hecho de que eso requiere un esfuerzo mayor que no nos es natural (sean honestos, queridos seres humanos, y admitan que aman la vida fácil; si no expliquen la existencia de las horribles palomitas de microondas, monstruos). Una cosa es tener habilidad y otra voluntad, ambas son muy importantes en los procesos de razonamiento y, si falta una en la fórmula, estamos básicamente destinados a tomar por cierta cualquier cosa, como la creencia de que las luces que parpadean en el cielo son naves alienígenas que vienen a la Tierra a secuestrarnos para realizar experimentos con nuestras tripas.

Los autores del estudio llevaron a cabo cuatro experimentos en los que le pidieron a los participantes calificar paja pseudo-profunda y otras afirmaciones en una escala de profundidad. La finalidad era establecer la medida de receptividad de paja y correlacionarla con factores diferenciales individuales. Como resultado (quizá no muy sorprendente), los principales factores correlacionados a la receptibilidad de paja pseudo-profunda fueron las creencias religiosas, paranormales, conspiracionistas y “alternativas” (homeopatía, por ejemplo). Los individuos más analíticos (o con pensamiento crítico, de acuerdo con Carl Sagan), tienden a necesitar escrutinio adicional cuando se les expone a la paja pseudo-profunda. En cambio, los individuos más intuitivos suelen responder a la paja con base en la primera impresión.
El experimento es interesante desde la primera pregunta que se le hizo a los participantes. Debían marcar una casilla en una lista de actividades que estaba precedida por la instrucción de elegir la casilla “Otro” en lugar de las actividades y escribir que habían leído las instrucciones. El 35.4% de los participantes falló, marcando casillas que no decían “Otro”, y se comprobó lo que todos los que han aplicado exámenes ya saben: nadie lee las instrucciones.
En el estudio presentaron frases sintácticamente coherentes pero completamente vacuas y, a partir de cuatro experimentos, los participantes opinaron sobre su profundidad a partir la BSR. El estudio propone explicaciones al hecho de que la gente cree que la paja pseudo-profunda es profunda. El primero es el hecho de que existen individuos con la mente más abierta y menos crítica, lo cual se diferencia de la mente abierta reflexiva o activa que es más tendiente a percibir cuando algo es paja pseudo-profunda y no algo verdaderamente profundo. Esto no significa que los que no creen en lo que dice Paulo Coelho sean más inteligentes, sino que su habilidad cognitiva es distinta. Aún las personas que están predispuestas a reconocer la paja intentarán buscarle significado a pesar de que ésta sea completamente absurda.
La paja (bullshit) es una aspecto consecuente de la condición humana, según los autores del estudio. Deepak Chopra tiene muchísimos seguidores, no todos están fuera de sus cabales (aunque Michael Shermer se esfuerce en demostrarlo). La Universidad Nacional está llena de intelectuales que se creen superiores al resto de la población por haber estudiado una licenciatura, muchísimos de ellos revisan el horóscopo antes de salir de casa. Si usted se cree exento de caer en la paja pseudo-profunda, revise cuidadosamente todas sus creencias y gustos y jure que entre ellas no hay una sola que sea paja. En el arte, en la música, en la filosofía, en la ciencia, en la literatura, en todas partes hay paja. Hace unos meses leí una novela que me gustó hasta que me di cuenta de que estaba primordialmente escrito con paja. Una cita del libro es: “Dice que todo relato escrito es, en realidad, una habitación. La muerte dentro. La muerte alrededor.” (Cristina Rivera Garza es una autora que me gusta mucho, la considero seria, pero su novela Lo anterior, a pesar de tener pasajes muy bonitos y posiblemente profundos, tiene muchos otros que considero paja pseudo-profunda). Nadie se salva de la paja, de la mierda de toro, de la charlatanería.
Escribo todo esto porque me llamó la atención el estudio (quizá un poco tarde, porque ya muchas otras personas lo difundieron), pero principalmente porque tengo la esperanza y me brillan los ojos al pensar que todos los seres humanos tienen el potencial de ser críticos, de cuestionar sus alrededores, de dejar de invertir recursos en charlatanes como Chopra (o como John Cage, queridos músicos, o como Francisco Martín Moreno, queridos pseudohistoriadores aficionados de la Güera Rodríguez). Cierro esto con una bonita frase que encontré en internet:
“La evolución imparte la realidad a la luz del equilibrio.”*
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"Blanco sobre blanco", Kazimir Malevich (No. No. No. En serio, no.) |
*Tengo también la esperanza de que no se hayan tomado en serio esa frase, porque si lo hicieron significa que leyeron completamente mal todo lo que acabo de escribir.
P.D. Otra página divertida de paja pseudo-profunda es el Generador Aleatorio de Nombres de Ponencias y es muy útil cuando uno se encuentra en un aprieto y no sabe qué nombre ponerle a su artículo sobre la deconstrucción de la narrativa gadameriana en el contexto de la simbiosis neoconstructivista foucaultiana.
P.D.2 Se supone que publicaría mi sección en sábado, pero soy procrastinadora profesional. Lo dice mi tarjeta de presentación. Aún así, entrego tarde pero cumplo (lo mismo planeo decirle a mi asesora de tesis, recen por mi alma).
P.D.3 Cada quien sus vicios intelectuales, pero como dijo Benito Juárez: "el respeto al derecho ajeno es la paz y por lo tanto no hay que afectar a los demás con nuestra propia charlatanería y paja pseudo-profunda". (Juárez, 1863)
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