Café Morena Mía

Esta vez fui a un café sin intención de hacer la tesis. Tampoco fui con la intención de procrastinar, porque tenía que cumplir con una tarea que había anotado en mi agenda desde hace varios días: echar el chisme. Mientras Óscar estaba en algún lugar de la ciudad encadenado y realizando trabajos forzados (pero remunerados, porque creo que la esclavitud es ilegal), yo me reuní con mis amigas en uno de nuestros tradicionales aquelarres

Grabado que representa el aquelarre que hicimos mis amigas y yo en nuestra reunión más reciente.

Cerca de la estación del metro Mixcoac, hay un pequeño café que se llama Morena Mía* en el que venden comida perfecta para los oficinistas de la zona (si llevan su topper les descuentan $2.00). Nosotras teníamos hambre y ganas de un café, así que decidimos meternos ahí. Mis amigas ya lo conocían e insistieron en que es muy bueno. Como siempre, llegué escéptica pero con la actitud positiva que me caracteriza. Pedí un café latte frío porque las bebidas frías en mi imaginación no cuentan como café (y me había tomado ya tres o cuatro tazas antes, así que debía bajar mi dosis de cafeína, ¿eso lo logra el hielo?). 

Mientras esperaba mi latte observé al tipo de gente que entra a Morena Mía. En la mesa a mi derecha estaban sentados dos jóvenes vestidos de blanco, que supongo que eran estudiantes de medicina. A mi izquierda estaba un señor gordo que tenía cara de burócrata. En las mesas detrás de la mía había una chica muy guapa que esperaba a su novio y unos jóvenes que usaban traje y por lo tanto supuse que eran oficinistas. El lugar es muy pequeño, así que estaba lleno (en total hay cinco mesas, dos para tres personas y tres para dos personas). El latte que pedí no tardó en ser traído a la mesa y pude continuar con los chismes** mientras bebía mi café que imaginariamente no tenía tanta cafeína (tomar café descafeinado va en contra de mi religión). 

Una pésima foto que tomé al menú. Sugiero que mejor vaya personalmente a consultarlo y, de paso, a tomarse un café.

Cuando por fin decidimos qué comer, pedimos una pasta con pollo y dos menús del día. Normalmente no pido los menús del día porque entran en la categoría de comida que me da flojera, pero como estábamos platicando sobre lo terrible que es que los embutidos causen cáncer se me antojó el alambre de carne con embutidos que ofrecían en el susodicho menú (que además era el que se estaba comiendo el señor gordo de la mesa a mi izquierda y se veía muy bueno). El servicio fue bastante rápido y la comida no me decepcionó. Primero me dieron una sopa de pasta con buen sabor (el que se puede esperar de una sopa de pasta) y luego el alambre acompañado de ensalada.  A mis amigas también les gustó la comida (que era exactamente la misma, salvo la pasta con pollo que no probé porque también entra dentro de la categoría de comida que me da flojera). Mientras comía imaginaba lo difícil que debe ser la vida sin embutidos.

Infusor de té
De postre probamos unos panqués de zanahoria caseros que estaban tan ricos que me recordaron a la repostería de mi abuela (era la mejor repostera del Universo, así que definitivamente estaban buenos). Para acompañar pedí otro latte frío (¿qué más da otra dosis de café?), pero mis amigas decidieron pedir un té y una tisana Los tés los sirven con un infusor en forma de flor que nos pareció muy simpático. El panqué era bastante dulce, así que no me arrepentí de haber pedido café (amargo) en lugar de té (dulzón).

Latte, panqué de zanahoria y a la derecha la tisana de una de mis amigas.
El lugar fue perfecto para nuestros fines: comer, platicar y planear maldades futuras. Como tesista considero que también debe ser cómodo para fichar (me refiero a leer y hacer notas sobre una lectura, en caso de que piense que estoy hablando de películas o espectáculos relacionados a una de nuestras H. Diputadas). Recomiendo que si va con la intención de concentrarse en una tarea no lo haga en las horas de la comida de los oficinistas, pues es cuando más hay concurrencia (y por lo tanto ruido, mucho). 

El café Morena Mía está localizado en Eje 7 Sur (Extremadura) 160, Insurgentes Mixcoac, Benito Juárez, Ciudad de México, Méx. Si sale de metro Mixcoac sólo tiene que caminar una cuadra.



*No tengo la menor idea de qué tenga que ver el nombre del café con la canción de Miguel Bosé. A mí no me gusta, pero apareció en las sugerencias de Google al momento de buscar la dirección exacta. Escuché la canción completa y me hizo profundamente infeliz. Con el perdón de los fans de Bosé, no lo vuelvo a hacer.
**Por cierto, si algún integrante de aquel sector social conocido como "la chaviza" (o sea, los pubertos y adolescentes que están en onda) lee esto, por favor deje un comentario explicándonos a mis amigas y a mí qué es el Snapchat y para qué demonios sirve, porque no entendemos su finalidad y vivimos confundidas por su existencia a pesar de que leímos completo el artículo de Wikipedia que lo explica. ¿Para qué mandan selfies que se borran en menos de diez segundos? ¿Cómo? ¿Por qué? No entiendo, no puedo.

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