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Mostrando entradas de 2018

Va de nuez o La violencia de Violeta

Recuerdo haber leído en Océano Mar sobre un personaje enfermo de sensibilidad. Ella -recuerdo que era una mujer de 15 años- era tan sensible al mundo que vivió encerrada en su habitación, especialmente diseñada para no alterar sus sentidos, durante casi toda su vida. Su padre, preocupado por ella, buscó incansablemente a un médico que la pudiera curar. Cuando encontró al posible salvador/curador (¿?) éste le dijo que era necesario llevar a la criatura al mar. El mar sería la cura, la medicina perfecta. Curaría la hipersensibilidad de su hija con la intensidad de las olas, la espuma que se convierte en brisa, la sal, el agua, el frío. La inmensidad del mar versus  la inmensidad de los sentidos. Violencia vs percepción. Mucho ha cambiado desde la última ocasión que escribí en este blog. No es que haya escrito en otros blogs o alguna columna de algún diario nacional. No, no publiqué nada desde que deseé a Violeta un feliz cumpleaños hace años.  Hace un par días recibí un mensaj...

Capuchinos caseros para tesistas y freelanceros (o una reseña del Aerolatte)

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Aerolatte Hace un mes decidí que gastaba demasiado dinero en cafés. No lo considero un gasto innecesario, hasta lo incluyo en mis intentos de presupuesto mensual que hago cada mil meses. Sin embargo, hace poco le tiré café a mi teclado, descompuse mi computadora y el gasto extraordinario de repararla me convenció de que debía ahorrar dinero. Estaba indispuesta a abandonar el café, así que decidí aprender a hacer capuchinos en casa. Primero, me di a la tarea de buscar un espumador de leche económico. Amazon tiene muchísimas opciones, pero me fui por la mejor reseñada: el Aerolatte .  Cafetera italiana A diferencia de los espumadores profesionales que usan vapor, el Aerolatte es una pequeña vara de metal con motor que agita la leche a gran velocidad hasta formar espuma. No hace capuchinos de gran nivel, pero por el precio, el tamaño y la practicidad es muy buena. Tomo mi café con leche de soya por dos motivos: soy intolerante a la lactosa y cuando era vegana me acostumbr...

Moronas y un poco de optimismo basado en el pesimismo ajeno

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Hoy fui al Café Moronas por segunda vez en el mes, después de una larga temporada sin haberlo visitado. Muchas cosas han cambiado en mi vida, pero el café sigue siendo el mismo. Hay columpios, butacas, mesas vacías y otras llenas. El café ha mejorado, los precios siguen siendo los mismos. Aún me golpeo la frente al salir del baño a pesar de que en la puerta hay un papel bond pegado que advierte a los comensales del techo bajo. Hoy no fui por nostalgia, sino porque tenía una entrevista de trabajo en un edificio cercano y llegué una hora antes. Creo que me fue relativamente bien. Si me dan el trabajo, pasaré mis días laborales en una oficina agradable. Si no me lo dan, pasaré mis días laborales en casa, igual que ahora. Desde que terminé la tesis me dedico a escribir partes de investigaciones ajenas. Soy minera. Saco los minerales y los joyeros los pulen para luego venderlos a precios exhorbitantes. Hoy también vuelvo a escribir algo en el blog. Tenía ganas de escribir una disertaci...